Dolores de otoño, casuales disgustos,
por causales imperantes y malvados.
Aun por sobre el amor; incomprendido me encuentro,
como suspendido en el aire,
Queriendo ser una nube, para regar la tierra con mis lagrimas.
Quisiera ser como un rayo...
impactaría mi energía en un árbol. Y así no dañaría a mi esperanza; amiga de mis sentires,
causante de mis dolores; ¿cómo poder recuperarla?
No hay comentarios:
Publicar un comentario